El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J., presidió la entronización de la reliquia del beato Juan Pablo II en el templo de la parroquia Santo Cura de Ars de Pío Pata.

La ceremonia se cumplió en el marco de la celebración de la fiesta patronal de la parroquia, en la que se destacó la figura de San Juan María Vianney.

La reliquia, consistente en la sangre del Papa Peregrino es posible gracias a la gestión del arzobispo y del párroco de Pio Pata. Fue entregada en Cracovia por el cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario personal y amigo del beato.

El padre Miguel Jacek Olszak explica que las reliquias permiten a los fieles un contacto especial con el santo o el beato de quien provienen y ayudan en el camino de la fe.

"Nuestra Parroquia ya cuenta con una reliquia de Santa Faustina Kowalska y es un gran honor y alegría tener ahora otra del Papa Juan Pablo II, quien fue declarado beato por la iglesia”, destacó el sacerdote.

Las reliquias son divididas en tres grados de clasificación: de primer grado que, como las de Juan Pablo II que permanecerán en la parroquia Santo Cura de Ars, son formadas a partir de partes del cuerpo de la persona de devoción, tales como: cabellos, sangre, huesos, etc.

Las de segundo grado vienen de los objetos personales del santo o beato, por ejemplo: su ropa, su bastón, su rosario, etc. Una reliquia de tercer grado puede ser cualquier objeto que haya sido tocado por una reliquia de primer grado o por el mismo santo. Mientras más cerca haya estado el objeto del santo, más grande el grado de la reliquia.

MISA EN SICAYA

Después de Pío Pata, monseñor Barreto celebró la misa de fiesta en honor a la Santo Domingo de Guzmán en el distrito de Sicaya, donde destacó el trabajo que desarrollan los hermanos del Señor de los Milagros de la Reconciliación.

Felicitó el trabajo que desarrollan en la parroquia, especialmente en lo que se refiere a la iluminación del templo, proyecto en el que el Arzobispado de Huancayo aportó quince mil nuevos soles.