El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, expresó su tristeza y preocupación por la situación del templo de la parroquia de San Jerónimo de Tunán que está por caerse.
En la misa que presidió con los padres William Orihuela y Carlos Guzmán por la festividad de San Jerónimo, manifestó que es una pena y un espectáculo deprimente que los altares estén sostenidos sólo por palos.
Señaló que a pesar de una situación de emergencia tiene que seguirse todo un proceso burocrático por tratarse de un monumento religioso cuando las paredes y el techo están poniendo en peligro los altares coloniales.
Manifestó que existe la decisión y la voluntad de realizar la refacción del templo por parte de la Iglesia y de las autoridades locales, pero, según las normas, tienen que cumplirse ciertos requisitos que demoran una acción inmediata.
En este sentido, hizo un llamado a las autoridades del Ministerio de Cultura, gobierno regional y municipalidad para que aceleren el procedimiento y de una vez se inicien los trabajos de reforzamiento de paredes, techos y altares.
El pueblo de San Jerónimo celebró la fiesta en medio de una religiosidad muy acendrada, pero también con sus costumbres tradicionales, como las corridas de toro al estilo español con palcos acondicionados para acoger a los visitantes locales y de otras ciudades.