En medio de una persistente lluvia, miles de personas peregrinaron a la Cruz de la Paz para orar por la vida, la fe, el Papa Francisco y la Arquidiócesis de Huancayo.
Esta manifestación de fe empezó a las 7:00 a.m. del atrio de la iglesia catedral y de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de El Tambo, presididos por monseñor Gilberto Salas Hurtado, vicario general de la Arquidiócesis de Huancayo y los párrocos Belealdo Vílchez Zárate y Ober Antezano Angoma.
Durante el trayecto se rezó el santo rosario y en el ascenso al cerro se escenificaron las estaciones del via crucis, entre oraciones, peticiones y cantos.
El camino resbaloso y la lluvia persistente no amilanaron a los caminantes en su intento de llegar a la cumbre donde se ubica la cruz de 50 metros de alto, a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar y a 7 kilómetros del centro de la ciudad de Huancayo.
Al pie de la Cruz se celebró la misa en medio de lluvia que tampoco hizo mover a los fieles quienes estaban cubiertos con paraguas y plásticos.
La celebración estuvo a cargo del vicario general y de los sacerdotes de la Vicaría I de Huancayo.
Durante su homilía, monseñor salas habló del significado de la cruz y del sentido de peregrinar a la Cruz de la Paz.
Dijo que como el Papa Francisco estamos llamados a caminar, a ir el encuentro del Señor que nos espera con los brazos abiertos.
Elevó las oraciones de los fieles por la vida, la fe, el papa Francisco y la Arquidiócesis de Huancayo para responder a los retos de la Iglesia universal y local.
La Cruz de Cochas Chico simboliza la lucha por la paz en los años violentos del terrorismo. Precisamente fue construida con los fierros de las torres de electricidad destruídas por los terroristas en el año 1994.