En la cercanía del Día de la Madre, el arzobispo metropolitano de Huancayo dijo que fundamentalmente desde la fe, la Iglesia católica tiene una madre, la madre de Cristo, madre nuestra, por eso es un día especial esta celebración.
En su mensaje por este motivo, manifestó que tenemos que dar gracias a Dios por nuestras madres que nos dieron la vida, si están al lado de Dios para encomendarnos a ellas y si están en vida darle lo mejor de sí mismos como hijos e hijas.
En este sentido, remarcó que en el Día de la Madre tenemos que ofrecerles a ellas calidad de vida y cuando más anciana con mucho mayor cariño. Este es el homenaje principal, amar a la madre es amarse a sí mismo y amar la vida de Dios presente en cada una de ellas.
Agregó que el Día de la Madre no sólo debe ser un día sino todos los días de nuestra vida, porque las madres dan su vida por nosotros. Tenemos que valorar el papel importantísimo que tienen en nuestras familias y la sociedad.
Hizo un llamado a que no se comercialice esta festividad, porque el amor de los hijos no tiene precio, no hay que ponerle precio al amor que ellas necesitan . Que el Señor bendiga a cada una de nuestras madres en Huancayo y el mundo, dijo.
Monseñor Barreto señaló que el Día de la Madre está en relación con el mes de mayo, mes de la Virgen María, pues, es el 13 de mayo que se celebra la fiesta de la Virgen de Fátima que se apareció a tres niños y que revela esa predilección especial de María como madre de todos.
Este es el mes de la mujer que da vida, que nos dio el Salvador, un mes mariano por excelencia, porque también el 24 celebramos a María Auxiliadora muy venerada en el valle, un valle mariano que tiene como su patrona a la Virgen de Cocharcas, enfatizó.