El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, agradece a las personas e instituciones que entregaron sus donaciones para los damnificados de Antacalla, distrito de Andamarca, provincia de Concepción, que sufren las consecuencias de los desastres naturales.

El pueblo respondió al llamado del Pastor, la Semana Santa de este año fue de solidaridad, tal como lo proclamó en su  mensaje en el que dijo, a más crisis más solidaridad,  una solidaridad que debe ser permanente.

Precisamente el Jueves Santo, cuando la Iglesia celebraba el mandamiento del amor, se llevó la ayuda para Antacalla, gracias al aporte y la colaboración de Defensa Civil de la provincia de Huancayo, Cáritas y los fieles.

Fue casi un camión lleno de calaminas, utensilios, colchones, alimentos y ropas que partió del Arzobispado rumbo a la zona del desastre, donde decenas de familias lo perdieron todo; por eso la gratitud del Pastor de la Iglesia en Huancayo.

Las Hermanas de la congregación de Verbo y Víctima realizaron un intenso trabajo en la recolección de las donaciones. Ellas trabajan en Andamarca y Santo Domingo de Acobamba.