La urgencia de la Nueva Evangelización responde a una "crisis de fe que se puede mirar en todo el mundo y en toda la Iglesia, tanto en América Latina como en América del Norte, y en Europa. Pero ante todo, en este Año de la Fe, tenemos que mirar al futuro de manera más positiva, y ver la capacidad de la Iglesia de renovarse a sí misma", dijo el Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización del Vaticano, Mons. Rino Fisichella.
El Año de la Fe, debe ser "una positiva provocación a todos los creyentes para que hagan de la fe la esencia de su vida, y sean capaces de mirar al futuro con un proyecto de vida más significativo, es decir, responder a las preguntas más importantes que cada hombre tiene en su corazón, y ver el sentido de la vida. Sin la fe no hay respuestas", manifestó el ilustre prelado.