El director de la Misión Peruana de los Misioneros de la Preciosa Sangre, Tomás Chamaya Alva, dijo que la solicitud de monseñor Pedro Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo, para que la Congregación continúe en La Oroya, será vista próxima asamblea.
En esa reunión haremos la voluntad de Dios y si es de Dios la voluntad de quedarnos, caminaremos juntos, siempre atentos a escuchar los gritos de la sangre en La Oroya, conjuntamente con nuestros pastores, manifestó.
Agradeció el aprecio de las autoridades y comunidades parroquiales, el apoyo del Arzobispado en estos 50 años. Recordó a los obispos con los que trabajaron, también a los hermanos que dieron su vida en la misión de atender a los pueblos de la región.
Manifestó que monseñor Barreto tiene el cariño y la gratitud de la Congregación y, por eso, su petición será vista pronto y se dará respuesta al clamor de los fieles y de la Iglesia en la Arquidiócesis de Huancayo