En la conmemoración de los Fieles Difuntos, me dirijo a las familias cristianas que honran, con sus oraciones y visitas a los cementerios, la memoria de sus antepasados que ahora descansan en la paz de Dios. Recordemos que un día compartieron con nosotros, aquí en la tierra, una misma fe en Jesucristo muerto y resucitado, una misma esperanza de que todos nuestros familiares que han muerto resucitarán y un mismo amor con el que debemos compartir con nuestros hermanos a fin de alcanzar la salvación.
Así empezó el mensaje que dirigió el arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, con motivo de la celebración de los fieles difuntos, durante la misa que celebró en la avenida central del cementerio general de Huancayo.
Este el momento propicio para reflexionar el misterio de la vida, muerte y resurrección en la Persona de Jesucristo, que ha entregado su vida por nuestra salvación; ”porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16). Que este día podamos contemplar con amor la vida aquí en la tierra y prolongarla hasta la eternidad, haciendo la voluntad de Dios en el ejercicio de una vida más humana, más fraterna y más solidaria, dijo.
Agregó que el Apóstol san Pablo, en la epístola a los Romanos, nos recuerda que “si hemos muerto junto a Cristo, debemos creer que también viviremos con él” (Rm 6,8). Les invito, entonces, a renovar su fe en Jesucristo vivo y resucitado que ha venido al mundo “para que tengan vida y la tengan en plenitud” (Jn 10,10).
Cientos de personas asistieron a esta eucaristía que todos los años se realiza en el camposanto para orar por sus seres queridos que descansan en la paz del Señor.