HOMILIA DEL CARDENAL PEDRO BARRETO JIMENO S.J., EN LA SANTA MISA DE LA FIESTA ARQUIDIOCESANA DE LA JUVENTUD
Muy queridos jóvenes, me hace recordar la presencia de ustedes, ahí sentados a Jesús cuando mucha gente y muchos jóvenes se reunían en torno a él para escuchar su palabra y escucharla con sinceridad.
Yo les pido unos minutos de su plena atención, no a mí, sino a Jesús que va a hablarles a través de la palabra de Dios que acabamos de escuchar.
El profeta Isaias en la primera lectura nos dice: “El Espíritu de Dios está sobre mí, porque él me ha ungido”, estas mismas palabras la repitió Jesús cuando fue a Nazareth.
Cada uno de nosotros hemos sido bautizados en la Iglesia Católica, es nuestra familia, somos el Pueblo de Dios. Somos Bautizados, no como grupo, sino cada uno de manera personal.
El sacerdote quien los bautizó dijo su nombre, en mi caso dijo Pedro Ricardo y así dijo de cada uno de ustedes. “Yo te bautizo en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo”, hemos sido bautizados en el nombre de Dios que es Padre, Hijo y es Espíritu Santo y además nos hicieron una cruz con un aceite que es el Crisma, nos ungieron con un aceite consagrado. Yo no me acuerdo, “¿’Ustedes se acurdan?”, nadie se acuerda normalmente, entonces todos hemos sido bautizados y ungidos que nos convierte en hijos e hijas de Dios.
Entonces la primera lectura, a quién se refiere Isaias cuando dice “El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me a ungido”, se refiere en primer lugar a Jesús y en segundo lugar. ¿A quién se refiere?, a cada uno de nosotros.
Entonces yo quisiera para terminar brevemente esta primera lectura, que cada uno sea consiente que el profeta Isaias antes que naciera, Jesús ha posado a Dios en cada uno de nosotros.
Cierren sus ojos y repitan, “El Espíritu de Dios está en mí, porque me ha ungido”
La segunda lectura, “Si está el espíritu de Dios en mí, porque me a ungido”, San Pablo dice, “Estén alegres”.
Haber mírense a las caras, estén siempre alegre dice San Pablo.
Hay dos formas de estar alegres, cuando decimos, Esta chica o este chico esta alegre, ¿qué cosa pensamos? . Estar siempre alegres en el Señor, si uno está ungido, el Espíritu de Dios está en mí, tengo que estar alegre.
Y el papa Francisco dice: “A veces hay cristianos jóvenes que parecen viejos, porque están caminando distraído con el celular y no saben dónde ir, y la comunicación es virtual”.
Miren a su compañero del costado y piensen que Jesús está ahí presente, crean de verdad, tenga fe en Jesús, está en cada uno de ustedes.
Estén alegres en el Señor en todo momento, cuando hay problemas, dificultades, siempre estén alegres, porque Jesús está con ustedes.
Y por último en el evangelio. Un joven se presenta a Jesús, se acerca a Jesús y le pregunta, ¿Qué tengo que hacer para estar contigo para siempre? Y Jesús le responde muy sencillamente, cumple los mandamientos, pero el hombre no pudo cumplir con todos los mandamientos y se fue, y Jesús lo miró con mucha tristeza.
Cada uno de nosotros podemos alegrar a Jesús o entristecer a Jesús, porque como ese hombre no quiso dejar sus cosas de lujo.
Entrar a los pobres significa, olvidarse de uno mismo y pensar en los demás, entonces resumimos lo que nos dice Jesús. En primer lugar el Espíritu de Dios está en mi porque me ha ungido por el bautismo, estemos alegres acerquémonos a Jesús, Jesús nos pide a seguirlo, pero con la condición de no pensar en nosotros, sino pensar en los demás, en el que está triste.
Mañana 02 de octubre iniciará en Roma el SINODO DE JÓVENES, cuyos protagonistas son los jóvenes de todo el mundo.
Sínodo significa “Caminar junto a Jesús”
La Alegría de Ser Pueblo de Dios, se vive con nuestro Papa Francisco.
Amén.